Con algunas imágenes que se guardarán en la mente de los
telespectadores y algunas frases que se quedarán en el recuerdo, se llevó a
cabo el primer debate televisado entre los candidatos a la presidencia de
México. Lamentablemente éstas imágenes y frases de poco sirvieron para orientar
o ayudar a definir el voto de los indecisos. Se esperaba un debate más
interesante, que pudiera cerrar distancias entre los candidatos y que ayudara a
conocer las propuestas de gobierno y la agenda política de cada candidato.
El rígido formato del debate, así como, los tiempos
perfectamente definidos y respetados escrupulosamente no permitieron ver un
debate dinámico, con alguna novedad o sorpresa; fue un debate plano que en
ningún momento permitió que los televidentes pudieran ver la reacción de los
candidatos ante alguna alusión o crítica por parte de alguno de los
adversarios.
Y ante este escenario se podía observar a los candidatos
siguiendo paso a paso su estrategia para hacer frente a este ejercicio
democrático.
Por un lado se encontraba Enrique Peña Nieto quien según las
encuestas mantiene una amplia ventaja sobre sus adversarios y quién según
varios especialistas tenía mucho que perder y poco que ganar. Sin embargo, Peña
Nieto no se salió de guión y aunque fue blanco de diversas alusiones por parte
de Josefina y Andrés Manuel, pudo zafarse y sortear correctamente las críticas
a su gobierno en el Estado de México. Su discurso, aunque algunas veces
dirigido a hacer frente a sus adversarios políticos mencionando que no le daría
tiempo para responder a todos los cuestionamientos, prácticamente se basó en
propuestas explicadas ligeramente. Lo que le valió salir bien librado de este
primer debate.
Por otro lado, Josefina Vázquez Mota gran parte del debate
optó por cuestionar la trayectoria y trabajo de Enrique Peña al frente del
gobierno del Estado de México, comportamiento que la mayoría de la gente
esperaba incluso el candidato del PRI. Es cierto que también intentó presentar
sus propuestas de campaña. Sin embargo, el tono plano de su voz aunado a la
falta de expresión en su rostro al hablar, hicieron menos contundentes sus
intervenciones restándole atención y desdibujándola poco a poco con el paso del
tiempo del debate. Es importante mencionar que Vázquez Mota no supo aprovechar
su gran oportunidad para revertir la tendencia de las encuestas y acortar la
distancia con respecto a Peña Nieto.
Andrés Manuel adoptó un comportamiento distinto al que
muchos esperábamos ver. Su mensaje estuvo orientado a señalar a Peña Nieto como
un miembro del grupo de poder que tiene secuestrado a México según sus afirmaciones, así mismo, recordó
varios momentos de la historia de México y de las administraciones priístas y
panistas al frente de la Nación y que han ubicado a nuestro país en la
situación actual en la que nos encontramos. Se extrañó ver a un AMLO más
contundente, más fluido y más seguro. Sin duda alguna Andrés Manuel sin querer
se ubicó inconscientemente como el tercer lugar en las preferencias, lo cual
podría arrojar resultados medianamente mediocres después de este primer debate.
Gabriel Quadri fue sin duda alguna el mayor beneficiado de
este debate, ya que su posición lo ubicaba en el sentido de que él, contrario a
Enrique Peña, tenía mucho que ganar y poco que perder. Sin embargo, el resultado que
obtenga después del debate, no le alcanzará en sus aspiraciones presidenciales. Su estrategia al principio fue
presentarse como un ciudadano más, que debatía con los típicos políticos que
utilizan el tiempo para descalificar, cuestionar y denostar a sus adversarios
en vez de proponer y dar a conocer su oferta política. Vale la pena aclarar,
que al paso del tiempo su ritmo fue perdiendo fuerza y al no ser atacado por
sus adversarios, pasó desapercibido muchas veces durante el debate.
Con lo anterior me atrevería a mencionar que ninguno de los
candidatos logró avanzar en la concreción de sus propuestas, que con el paso
del tiempo, este debate no habrá servido de mucho y que de lo único que se acordará la gente será: del
escote de la edecan del IFE, de la espalda de AMLO para mostrar una foto que al
agotarse el tiempo no pudo ser vista por los televidentes, de la foto que presentó
de cabeza Andrés Manuel y de la sonrisa constante de Guadalupe Juárez.
@luiscienfuegos
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